En memoria de Lorenzo

Es cierto que La Habana no será la misma sin Lencho. Yo no sé todavía qué voy a hacer cuando necesite, como necesité tantas veces, su compañía. Pero sé que lo encontraré —lo encontraremos— siempre, en algún lugar de esta ciudad que tanto quiso y disfrutó. Y recordaré siempre su optimismo y su alegría, su generosidad y lealtad, su sonrisa y su inmenso corazón.