Reinaldo Miravalles, considerado por muchos como el mejor actor cubano de todos los tiempos, falleció a los 93 años en La Habana (el pasado lunes 31 de octubre del 2016).

Protagonista de filmes memorables como «Las doce sillas» y «El hombre de Maisinicú», el actor murió «víctima de complicaciones derivadas de varios padecimientos», según informa el diario oficial de la isla Granma.

«Aunque se instaló en Miami hace varios años, nunca perdió el vínculo con Cuba y protagonizó aquí su última película, ‘Esther en alguna parte‘, en un dueto memorable con Enrique Molina«, indica la información publicada en el sitio

Reinaldo Miravalles

Nacido en La Habana en 1923, Miravalles debutó en 1944 en la radio cubana con el programa humorístico «La voz de los ómnibus aliados».

En 1951 dio el salto a la televisión, medio en el que interpretó a cientos de personajes, aunque el más popular fue el campesino Melesio Capote, «el guajiro Melesio«.

Tras el triunfo de la Revolución, participó en algunas de las películas más destacadas en la década de los 60 en Cuba.

Encarnó, entre muchos personajes, a un humilde lechero que se ve involucrado en la insurrección cubana en el «El herido», una de las tres partes de «Historias de la Revolución» (1960), de Tomás Gutiérrez Alea.

Participó también en películas cubanas como «El joven rebelde»(1961), «Las doce sillas» (1962), «Una peleacubana contra los demonios» (1971), «El hombre de Maisinicú» (1973), «Los sobrevivientes» (1978), «El señor presidente» (1983) o «Los pájaros tirándole a la escopeta» (1985).

Miravalles emigró a Estados Unidos a mediados de los noventa, afincándose en Florida.

También trabajó en «Cercanía» (2008), de Rolando Díaz, que tratasobre la vida de los emigrantes cubanos en Miami, y su último trabajo, «Esther en alguna parte» (2012), por el que obtuvo numerosos premios, lo protagonizó en La Habana bajo la dirección de Gerardo Chijona.

En una de las muchas entrevistas que dio Miravalles, afirmó que, si bien emigró a Estados Unidos hace varios años, dejó «la mitad de su corazón en Cuba».

Fuente: BBC Mundo